recordāri
por re -de nuevo- y cordis -corazón-
Este viaje al recuerdo es una forma de encapsular un momento de mi vida.
Experiencias de mi pasado para contar algo hoy.
Habito el recuerdo como una manera de sentir el presente.
¿Cuándo fue la última vez que dejé de sentir?
Dejar de sentir para mí, es fácil. No le doy lugar, no pienso en eso.
Entro en ese estado de piloto automático, donde la vida pasa.
Sin freno: ir al trabajo, comer, entrenar, bañarme, dormir, ir a mis actividades.
A veces me doy cuenta que pasaron 3 semanas y todavía no le pregunté a mi amiga: —¿Cómo estás?
A mis viejos si andan bien o si necesitan algo, o decirles que los extrañé, tampoco le pregunté a mi hermano como le fue en su primera cita….
Me pregunto cómo estoy.









"El yo pasado, lo que ayer sentimos y pensamos vivo, perdura en una existencia subterránea del espíritu. Basta con que nos desentendamos de la urgente actualidad para que ascienda a flor de alma todo ese pasado nuestro y se ponga de nuevo a resonar. Con una palabra de bellos contornos etimológicos decimos que lo recordamos —esto es, que lo volvemos a pasar por el estuario de nuestro corazón—. Dante diría per il lago del cor. ”
José Ortega y Gasset: El espectador, II, “Azorín: primores de lo vulgar”